Al hablar de la masonería y de la logia masónica, estamos conscientes de que este es un tema que va a tocar de cerca a muchos. Son muchos los que tienen seres amados en las logias masónicas. Hay un gran número de hombres que se involucran en la masonería, y que no comprenden completamente en qué se están enredando.
Durante una serie de años, ambos hemos realizado intensos estudios sobre el tema de la masonería. Ed pasó veinte años en la Iglesia mormona, en cuyo templo se celebran unos ritos tomados directamente de los grados de la Logia Azul masónica. Otras partes del rito escocés, como la ordenación del sacerdocio del Santo Melquisedec, son mantenidas también en común.
En el libro The God Makers [Los fabricantes de dioses], Dave Hunt y Ed expusieron en detalle los paralelos entre ambos grupos, y sus orígenes en el ocultismo. Lo que Ed no dijo fue que antes de su conversión al mormonismo, había sido miembro de un grupo de juventud masónica llamado DeMolay, y que tiene una historia familiar de masonería que se remonta a más de ciento setenta y cinco años.
Mientras más estudiábamos la masonería, más nos dábamos cuenta de lo profundo que es su control satánico sobre los que se hallan "fuertemente atrapados" por ella. En las páginas de los centenares de libros y manuales de ritos secre¬tos masónicos que hemos reunido y leído para nuestra investigación, se halla la trágica historia de hombres santos que han sucumbido ante la trampa del enemigo. Han llevado lo más tenebroso del culto a Baal a sus hogares y congregaciones.
Los que huyen de la logia
Desde que hemos estado hablando sobre este tema, hemos visto a miles de masones que han huido literalmente de la logia, una vez que se les ha quitado esa máscara de engaño. De hecho, hemos visto arrepentirse a iglesias enteras.
En una iglesia del sur de California, el pastor era masón del grado treinta y dos, metido en estos ritos durante cuarenta años, y todos en su junta de ancianos eran masones. Cuando alguien les dio una de las cintas grabadas del ministerio de Ron, formaron un comité, como suelen hacer las iglesias, para estudiar si lo que él estaba diciendo era cierto. Después de un año, presentaron su informe, y el pastor con todos los ancianos renunciaron a la logia masónica. Hicieron un pronunciamiento que su iglesia adoptaría más tarde, y en el que se indica que ningún masón puede ocupar una posición de liderazgo en su iglesia.
Hace poco, Ron estaba hablando en una de las iglesias más grandes del sur de Texas. El domingo por la mañana, antes de que se levantara a hablar, algunos de los ancianos de la iglesia habían visto su cinta grabada sobre la masonería y se fueron a la oficina del pastor. Le dijeron: "¿Por qué le estamos permitiendo que hable a esta persona?" Así descu- || brió Ron que el superintendente de la escuela dominical era el Gran Maestro de la logia local. El presidente de la junta de la iglesia era el Potentado Supremo del Santuario, y muchos H de los ancianos eran masones.
Cuando ellos se le enfrentaron, Ron les respondió: "Todo lo que yo digo en esta cinta está apoyado por documentos tomados de sus propias autoridades masónicas, como oirán esta noche. Si tienen problema con lo que yo digo, el problema no es conmigo, sino con sus propios líderes masónicos."
Estos líderes se llevaron la cinta a su logia masónica el domingo por la noche. Se pasaron hasta las cuatro de la mañana revisando la documentación que tenían en su propia biblioteca masónica. El lunes por la mañana, regresaron y le dijeron: "Ron, queremos que sepa que todos renunciamos a l¡ la logia anoche. No nos dábamos cuenta de dónde estábamos metidos.
Ed ha tenido experiencias parecidas. En una iglesia de la Florida, los masones de la iglesia amenazaron al pastor con hacerle daño si le permitía a Ed que hablara. (La iglesia estaba ':'' repleta de masones.) Le hicieron saber al pastor que Ed estaba en un serio peligro físico, y la oficina de la iglesia comenzó a recibir llamadas amenazantes. En el culto del domingo por la mañana, Ed habló sobre el tema del mormonismo, y prometió hablar sobre la masonería aquella noche. Tanto a Ed como al I pastor les dieron empujones en el corredor después del culto. Las cosas estaban muy tensas, pero el pastor, un hombre de Dios, estaba decidido a enfrentarse con la masonería aquella ¡ noche. |
Hacia el final del culto de la noche, Ed hizo un llamado al altar para aquellos que quisieran renunciar a la masonería y arreglar las cosas con el Señor en ese asunto. Muchos masones pasaron al frente, y muchos no lo hicieron. Pero Ed nunca olvidará las palabras que le diría el pastor a su congregación más tarde, al terminar aquel culto.
Hablándoles directamente a los masones que había en la congregación, les dijo: "Amados hermanos, les tengo que decir que les doy una semana para que se arrepientan y dejen la masonería, o para que se marchen de esta iglesia. Si se niegan a hacer una de estas dos cosas, el domingo próximo quitaremos sus nombres de la lista de miembros. Si creen que me pueden quitar a mí, entonces hagan una reunión de negocios y voten para hacerlo si pueden, porque no estoy dispuesto a pastorear una iglesia que haya permitido que la masonería eche raíces en ella."
De hecho, fueron muchos los que se marcharon de su congregación, pero allí sucedió algo especial: La iglesia ad¬quirió un nuevo espíritu de mayor libertad. La adoración era más profunda y las ofrendas aumentaron, sobrepasando los ingresos que la iglesia había estado recibiendo de los maso¬nes. Además, llegó gente nueva y llenó al máximo las bancas, llegando a un número mayor que nunca antes.
La mayoría de los masones se meten en la logia por presiones humanas: Sus amigos están en ella, o su abuelo había sido miembro. Algunos entrairpor razones de negocios: La ven como una forma de progresar en su negocio y en su vida social. A otros los atraen los ritos místicos secretos y el simbolismo de la masonería. Otros ven a gente como los Shriners desfilando con su fez rojo en la cabeza, conduciendo sus curiosos autos en los desfiles cuando llega al pueblo el circo del Santuario.
¿Qué decir de los "Shriners"?
La gente se pregunta: "Bueno, ¿y qué decir de los Shriners? Oímos hablar del Hospital que tienen, de los hogares masónicos para los masones, y de todas las buenas obras que hacen. Todo el mundo conoce el Circo del Santuario, y las muchas personas a las que ha ayudado. ¿Por qué los están criticando? ¿Quieren decir que ellos están escondiendo algo del resto del mundo?"
Sí, eso es exactamente lo que estamos diciendo. Está claro que así son las cosas con los Shriners. Su imagen pública es la de un grupo de gente divertida que emplea millones de dólares en obras de caridad, al mismo tiempo que se disfraza con espíritu festivo, y usa el fez rojo con gran aplomo.
El propio fez es ejemplo del doble significado que hay detrás de la mayor parte de la fachada que presenta la masonería. La historia del fez, usado por todos los Shriners e incluso llevado a la tumba con pomposa gravedad, es a la vez una historia anticristiana y de barbarismo. A principios del siglo VIII, las hordas musulmanas irrumpieron en la ciudad marroquí de Fez, gritando: "No hay más dios que Alá, y Mahoma es su profeta". Allí asesinaron a la comunidad cristiana. Aquellos hombres, mujeres y niños fueron asesinados a causa de su fe en Cristo, y en el nombre de Alá, el mismo demonio-dios ante el cual todo Shriner se debe inclinar en adoración, con las manos atadas a la espalda, proclamándolo como el dios de sus padres, en la iniciación del Santuario, ante el Altar de la Obligación.
Siguiendo un estilo usual en el ocultismo, el iniciado jura que va a quedar inseparablemente obligado a este "juramento sumamente poderoso y forzoso"por adelantado, y que nunca se podrá retractar o apartarse de él.
El juramento de sangre de los Shriners, y su confesión de Alá como dios se hallan documentados en el documento secreto de la logia llamado The Mystic Shrine: An Illustrated Ritual ofthe Ancient Arabic Order Nobles ofthe Shrine [El Santuario místico: Un rito ilustrado de los nobles de la Antigua orden arábica del Santuario], edición de 1975 (páginas 20-22). Recuerde que Alá no es otro de los nombres de Dios. Alá es el nombre de otro dios.
Durante la masacre de Fez, las calles se enrojecieron literalmente con la sangre de los cristianos martirizados. Los asesinos musulmanes mojaron sus gorras en la sangre de sus víctimas como testimonio para Alá. Aquellas gorras manchadas en sangre terminaron recibiendo el nombre de fez, y se convirtieron en timbre de honor para aquellos que mataban a un cristiano. Los Shriners usan ese mismo fez rojo hoy, con la espada islámica y la luna creciente incrustadas en joyas al frente. La tragedia mayor de todas es que muchas veces los hombres que usan el fez profesan ser cristianos. Debe ser motivo de llanto para Dios el que un cristiano, sea quien sea, use un objeto tan blasfemo, aunque lo haga por ignorancia.
Vamos a descubrir que todas esas buenas obras solo son una caparazón exterior para ocultar una oscuridad interna. Vamos a poner al descubierto con gran claridad lo que es la masonería, y por qué ningún cristiano tiene nada que hacer en una logia masónica. En el mundo entero hay más de seis millones de masones hoy en día. Hay unas 33.700 logias, los lugares de reunión de los masones. En los Estados Unidos hay cuatro millones de miembros y 15.300 logias. Repetimos que la mayoría de los masones entran en la masonería por razones de negocios o sociales, mientras que otros la consideran como una organización filantrópica dedicada a hacer buenas obras, o como una organización fraternal, una fraternidad. Muchos entran en ella por orgullo, en la creencia de que por medio de sus buenas obras se van a poder salvar.
El itinerario de los ritos
El viaje por la masonería comienza en lo que se conoce como "Logia azul". La Logia azul es el fundamento de toda la masonería. La forman los numerosos grupos locales de logias diseminadas por todo el país en casi todas las poblacio¬nes y ciudades. Cuando un hombre entra en ella, es iniciado en la Logia azul por medio de tres grados: el primero es el "grado de aprendiz", el segundo es el "grado de compañero" y el tercero el "grado de maestro masón".
Después de pasar por los tres grados de la Logia azul, el masón puede escoger entre quedarse en ella, o buscar los grados avanzados, por medio del Rito escocés, o el Rito de York. Muchos masones terminan yendo por ambos.
Dentro del Rito escocés se pasa del cuarto grado al grado treinta y dos, además del grado treinta y tres, que es honorario.
El Rito de York tiene trece grados. Una vez que el masón ha alcanzado el grado treinta y dos, por medio de cualquiera de las dos ramas más elevadas de la masonería, tiene la opción de pedir unirse a los Shriners.
Mucha gente cree que los masones y los Shriners son la misma cosa, pero en realidad los Shriners forman un cuerpo separado dentro del grupo general. Los Shriners son masones que han llegado a los grados más altos de la Logia azul, y de los ritos masónicos escocés y de York, y que han entrado en lo que se conoce como "La Antigua orden arábica de los nobles del santuario místico".
Todos los pasos dentro de la masonería tienen sus inicia¬ciones rituales, las más suaves de las cuales son las que se producen al nivel de la Logia azul. Aun estas son extrañas, por decirlo con delicadeza. A fin de unirse a la logia, cada masón debe ser iniciado por medio de una ceremonia de iniciación que es similar en todo el mundo.
La ceremonia típica comienza cuando se le quitan al iniciando el saco, la corbata y todo el dinero o los artículos de metal que tenga. Entonces le arremangan la pierna izquierda del pantalón hasta encima de la rodilla, le abren la camisa para que quede al descubierto la parte izquierda del pecho, y le quitan el zapato derecho, que es reemplazado con una zapatilla. Entonces se venda al iniciando y se le pone un lazo alrededor del cuello. Este lazo se llama "cable de arrastre". Entonces llevan al iniciando vendado (a esto le llaman ser "engañado ")9 con el lazo alrededor del cuello, hasta la puerta exterior de la logia.
Del candidato así ataviado se dice que está en tinieblas, una alegoría usada por la masonería, y que significa que todo el que se halla fuera de ella está en las tinieblas, y que solo los masones tienen el verdadero conocimiento que va a traer luz al mundo.
Llevan al nuevo masón a la puerta exterior, buscando la luz de la logia, y allí el portero le pone una espada o algo de punta afilada contra el pecho, y lo conduce al salón de la logia, en cuyo centro hay un altar. Los miembros de la logia esperan al candidato en la oscuridad que rodea al altar, que solo está iluminado con una luz que viene de encima. Detrás del altar se halla de pie un hombre llamado "Gran maestro". Es el jefe de la logia y preside la iniciación.
Cuando llevan ante él al iniciando, este se inclina ante el Gran maestro y le dice algo como lo siguiente: "Estoy perdido en las tinieblas, y buscando la luz de la masonería". Entonces se le dice que está entrando en una organización secreta, y que debe guardar los secretos que se le van a enseñar. í En este momento se le exige que haga un juramento de sangre como iniciación. Todo masón que se une a la logia se lleva el pulgar o la mano al cuello mientras repite un juramento que ha repetido todo masón que se ha unido a la logia en todos los tiempo. Para el Aprendiz, o primer nivel de la Logia azul, incluye las palabras siguientes:
Atándome bajo un castigo no inferior a que me corten el cuello, me arranquen de raíz la lengua y me entierren en las agitadas arenas del mar....
* Cuando el nuevo masón pasa al segundo grado, o grado de Compañero de la masonería, el juramento incluye las palabras siguientes:
Atándome bajo un castigo no inferior a que me abran la parte izquierda del pecho, me saquen el corazón y se lo den como presa a las bestias salvajes de los
• campos y a las aves de los aires...
Entonces, en el tercer grado, o grado de Maestro masón, todo masón debe hacer un juramento que incluye las palabras siguientes:
Atándome bajo un castigo no inferior a que me corten en dos el cuerpo, saquen de él mis entrañas y las E quemen en las cenizas...
Los masones le dirán que no tiene nada de malo ser cristiano y masón al mismo tiempo. Cuando se les hacen ver algunos de los secretos anticristianos de la masonería, contestan: "Bueno, eso pasa en los grados más altos. Nosotros no conocemos esas cosas. Yo solo estoy en la Logia azul." Sin embargo, eso no es cierto.
El mensaje de la Biblia
El masón de la Logia azul que afirma también ser seguidor de Jesucristo, se tiene que hacer algunas preguntas básicas. En primer lugar: "¿Cómo es posible que me ponga una venda, comparezca ante un hombre al que llamo Gran maestro, y diga que estoy perdido en las tinieblas y necesitado de la luz de la masonería?"
La Biblia nos da un mensaje muy diferente acerca de la luz y las tinieblas. Es un mensaje que trae consigo la esperanza del gozo:
Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y ;-v; andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 4:1-7).
¿Cómo puede decir un masón cristiano que está perdido en las tinieblas, y que quiere unirse a la logia porque necesita la luz de la masonería? La Biblia dice que si uno es cristiano y dice que está en tinieblas, está viviendo una mentira, y la verdad no está en él. Si Cristo vive en su vida, usted ya tiene la Luz.
Lo segundo que se debe preguntar el masón cristiano es esto: "Si me voy a unir a la logia, ¿cómo puedo ir ante un hombre llamado 'Gran maestro', inclinarme ante él en una ceremonia religiosa y decirle que estoy perdido en las tinieblas?"
Jesús dijo: "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Mateo 6:24).
Jesús proclamó que no podemos servir a dos señores. No podemos afirmar que somos seguidores de Cristo, y después irnos a inclinar ante un hombre al que aceptamos como nuestro Gran maestro, como tampoco nos podríamos inclinar ante un Buda. Las riquezas contra las cuales advierte Jesús encajan a la perfección con la logia. ¿De qué se trata sino del prestigio, las riquezas, el poder y la posición entre los hombres que promete el ser miembro de la logia?
La tercera cosa que debemos preguntar es cómo puede hacer un cristiano un juramento de sangre pagano. ¿Cómo puede jurar un hombre que se proclama seguidor de Jesucristo que dejará que le corten el cuello de oreja a oreja, y que le saquen las entrañas para dárselas a las bestias del campo como castigo por quebrantar un juramento tan impío?
La mayoría de los masones responden diciendo que estos juramentos solo son una especie de cosa misteriosa al estilo de las fraternidades de universitarios, que tiene poco significado, o ninguno. Pero en el quinto capítulo del libro de Santiago se nos advierte:
Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación (Santiago 5:12).
La Palabra de Dios dice que el castigo por hacer los juramentos masónicos es la condenación. A Dios no le divierten estas cosas. Por eso prohibe absolutamente que se hagan estos juramentos de sangre paganos de la masonería.
Ahora bien, ¿qué cosas son las que se deben mantener en un secreto tan total? ¿Por qué se les exige a los masones que hagan estos juramentos de sangre paganos de no revelar los secretos de la masonería, aun antes de que se les digan las cosas que deben mantener en secreto? ¿Por qué se tienen que inclinar esos hombres, ignorantes aún de los secretos a los que van a quedar atados? ¿Por qué un hombre que nunca compraría un auto o una casa, o entraría en un acuerdo de negocios* sin antes estudiar todos los términos del contrato, se arrodilla vendado en el salón de una logia con un lazo al cuello, y juraí obediencia a unas cosas sobre las cuales no tiene entendi
¬miento?
Roland Blackmore, erudito masón, declara: "Es una realidad lamentable que la gran masa de nuestros miembros ignoran todo lo relacionado con la masonería". Steinmetz, otro erudito masón, escribe:
La mayoría de los verdaderamente grandes entre los escritores masónicos han deplorado la falta de conocimiento esotérico masónico entre los miembros en general. El masón promedio está lamentablemente ignorante del verdadero significado de los símbolos masónicos, y conoce igualmente poco de sus enseñanzas esotéricas.
A medida que van pasando por los pasos de la logia, los masones experimentan una serie de rituales con un simbolis¬mo y unas alegorías que representan una cosmovisión religiosa y una filosofía muy concretas. Muchos masones están en la ignorancia sobre esto. Se sienten perplejos cuando se le pide que definan la meta de la masonería. La mayoría dicen; algo acerca de la paternidad de Dios y la fraternidad de lo hombres, o acerca de hacer mejores a los hombres buenos.
Tal vez el libro más leído y más influyente entre los masones de hoy es el escrito por Joseph Ford Newton, llamado The Builders [Los constructores]. En él afirma que la meta de la masonería es "producir una liga universal de la humanidad y convertir a la humanidad en una gran fraternidad redentora". Newton proclama que, a medida que se extienda la masonería, todos los dogmas religiosos van a cesar de existir, todos los credos y las doctrinas individuales serán quitados del medio y lo que quede será "La única religión eterna ", que los masones van a traer al mundo.
Newton dice después:
¿Por qué trata de cambiar el mundo la masonería? Porque la masonería enseña que todos los que no son masones están viviendo en las tinieblas espirituales. El ritual de la masonería para el primer grado, el de aprendiz, le enseña al candidato que ha estado viviendo durante largo tiempo en las tinieblas, y ahora quiere que lo lleven a la luz de la masonería. La logia enseña que solo los verdaderos masones están iluminados y viven en la verdad.
La meta de la masonería, según sus principales autoridades, es hacer desaparecer las religiones con sus credos y doctrinas, y establecer una religión universal, mundial, libre de limitadores dogmas de miras tan estrechas como los que se encuentran en el cristianismo. Necesitamos recordar que la masonería solo les exige a sus miembros que crean en algún dios. La identidad de ese dios no es importante.
Este elemento es clave dentro del rompecabezas de la masonería. El masón va a ser celoso en buscar primero el nombre perdido de ese dios o divinidad, y después en aceptar al dios masónico como el dios único y verdadero por encima de todo. Cuando revelemos su nombre, usted verá por qué es escondido de los iniciados.
Muchos masones no comprenden esto, porque sus propias autoridades masónicas los han estado engañando deliberada¬mente. La autoridad más universalmente aceptada en la masonería es el Dr. Albert Pike, gran erudito masónico que escribió el libro al que muchos califican como la "Biblia de la masonería". Su título es Moráis and Dogma oftheAncient and Accepted Rite [Moral y dogma del antiguo y aceptado rito].
Albert Pike era el Soberano Gran Maestro del Concilio Supremo del Sur, A. A., Rito escocés, durante treinta y dos años. Escribió Mor al y dogma como la autoridad suprema de la doctrina masónica. De hecho, C. Fred Kleinknecht, el actual Soberano Gran Maestro, dice: "Moraly dogma, el gran libro de Pike, es la exposición más completa de la filosofía masónica que existe".
Vamos a citar algunas de las enseñanzas de Albert Pike en Moral y dogma, para que usted comprenda mejor lo que se trama realmente detrás de las puertas de la logia. Los números de las páginas se referirán a este libro, a menos que se diga lo contrario.
Los grados azules no son más que el atrio exterior o pórtico del templo. Allí se le presentan parte de los símbolos al iniciado, pero intencionalmente se le desvía "*' a base de interpretaciones falsas. No se tiene el propó¬sito de que los comprenda, sino que se imagine que los comprende. Su verdadera explicación queda reservada a los Adeptos, los príncipes de la masonería... Para la masa de los llamados masones basta y sobra que se imaginen que todo se halla contenido en los grados azules (página 819).
La masonería, como todas las religiones, todos los misterios, el hermetismo y la alquimia, esconde sus secretos de todos, con excepción de los adeptos y los sabios, o los elegidos, y usa falsas explicaciones e interpretaciones incorrectas de sus símbolos para desviar a los que solo merecen ser desviados; para esconder de ellos la verdad, que ella llama luz, y para alejarlos de ella. La verdad no es para aquellos que son indignos o incapaces de recibirla, o que la pervertirían (páginas 104 y 105).
Muchos masones que entran a la Logia azul lo hacen por ignorancia, considerándola como una organización filantró¬pica, sin comprender nunca en qué se están involucrando en realidad. El primer secreto de la logia es el hecho de que la masonería es una religión. La mayoría de los masones afirman que no lo es, sino solo una fraternidad; una organización fraternal. Sin embargo, tal como ellos describen las funciones de la logia, están hablando de religión.
El problema está en que la masonería cuadra con todas las categorías de lo que constituye una religión, según todas las definiciones de religión. De hecho, Albert Pike afirma: 'Toda logia masónica es un templo de la religión, y sus enseñanzas son instrucciones en la religión (página 213).
La masonería es la sucesora legítima, desde los tiempos más antiguos la custodia y depositaría de las grandes verdades filosóficas y religiosas, desconocidas del mundo en general, y pasadas de edad en edad, en una corriente ininterrumpida de tradición, representada en símbolos, emblemas y alegorías (página 210).
Pike dice que la masonería es:
la religión universal, eterna, inmutable, tal como Dios la sembró en el corazón de la humanidad universal. Ninguno de credos que han vivido poco tiempo ha r sido edificado sobre este fundamento... Los ministros |¡ de esta religión son todos los masones... Sus sacrificios a Dios son las buenas obras... y los esfuerzos perpetuospor alcanzar toda la perfección moral de la que es capaz el hombre (página 219).
La masonería es una religión natural que no tiene necesidad de una revelación; todo lo que hay en la naturaleza forma parte de Dios y parte del infinito pensamiento de Dios. La creación se convierte en Dios mismo. Es muy interesante que notemos lo que Pablo dice acerca de esto en la epístola a los Romanos.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambia¬ron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. (Romanos 1:21-25)
Albert Pike no dijo nada que no quisiera decir. Sus escritos están repletos de evidencias acerca de la verdadera natu¬raleza de la masonería.
No pertenecemos a ningún credo ni escuela. En todas las religiones hay una base de verdad; en todas hay moralidad pura... Admiramos y respetamos a todos los maestros y reformadores de la humanidad. La ma¬sonería tiene una misión que realizar... Invita a todos los hombres de todas las religiones a alistarse bajo su bandera (página 311).
[La masonería] reverencia a todos los grandes refor¬madores. Ve en Moisés, el legislador de los iudíos. En Confucio y Zoroastro, en Jesús de Nazaret y en el iconoclasta árabe, grandes maestros de moralidad y eminentes reformadores, o más aún, y permite a cada hermano de la Orden a asignar a cada uno de estos personajes elevados e incluso divinos, lo que su credo r y verdad exija... La masonería es una adoración, pero una adoración en la cual todos los hombres civilizados se pueden unir... (páginas 525, 526).
El primer maestro masón fue Buda (página 277).
La masonería se proclama como el centro de la religión universal única. Como dice Newton en su libro The Builders, los masones están tratando de fomentar una religión universal en la cual desaparezcan todos los credos y doctrinas, cese la fe individual y los humanos se unan en una religión universal formada por una fraternidad omnipresente de buenas obras. Los masones dicen que la religión es la experiencia de rela¬cionarse con Dios, y que la masonería es la experiencia de relacionarse con la humanidad. Aunque separadas, pueden coexistir naturalmente, y de hecho lo hacen.
Veamos ahora unos cuantos de los principios básicos de la Logia a la luz de las verdades bíblicas.
Ningún otro Dios
Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen (Éxodo 20:1-5).
Este es el primero y el primordial entre los mandamientos. Todos los demás mandamientos hallan en él su razón de ser. Dios lo puso en el primer lugar de la lista por una razón: si alguien tiene un concepto defectuoso de El, toda su perspec¬tiva espiritual queda desviada por el error.
Escuche lo que dice Dios:
Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Si su concepto de Dios es distinto a lo que Dios mismo ha declarado en el texto anterior, entonces su concepto no es el de la ortodoxia cristiana. Si su concepto de Cristo no es el basado en la Biblia, entonces está repleto de peligros.
Veamos lo que dice la fraternidad masónica acerca de la naturaleza de Dios.
Inclinarse ante todos los altares
El verdadero masón no está atado a credo alguno. Se da cuenta, con la iluminación divina de su Logia que en su condición de masón, su religión debe ser universal: Cristo, Buda o Mahoma; el nombre importa poco, por¬que solo reconoce la luz, y no su portador. Adora en todo santuario, se inclina ante todos los altares, sea en un templo, una mezquita o una catedral, entendiendo con su comprensión más verdadera la unidad de toda verdad espiritual (The Lost Keys of Freemasonry [Las llaves perdidas de la masonería], por Manly P. Hall, 33°, página 65; Macoy Publishing and Masonic Supply Co., Richmond, VA, 1976).
La Biblia dice
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6). Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre t Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2:5).
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que • ' podamos ser salvos (Hechos 4:12).
Esto es bastante directo. Aquí, la pregunta que hay que hacerle al masón es muy sencilla: "¿Es usted cristiano y confiesa que Jesucristo es el Señor?"¿Es su respuesta un "sí", como sucede con muchos masones?
, Entonces nuestra respuesta al masón cristiano es esta: :j "¿Por qué no hace lo que Jesús le dijo con toda claridad que ¡hiciera?"
La Biblia dice
Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede (Mateo 5:33- 37).
Observe que Jesús describe claramente los juramentos masónicos y proclama también con toda claridad que de mal [del maligno] proceden; no de las ganas de divertirse, ni de ningún tipo de vínculo machista entre hombres, o de alguna iniciación al estilo de las fraternidades, sino del diablo. Jesús mismo fue quien les dijo esto a los que creyeran en Él. Estamos seguros de que sería muy necio el que se atreviera a ¡ desafiar al Señor en un asunto tan serio.
Obligados por juramentos de sangre
Como hemos visto en los ritos de iniciación de las Logias azules que hemos descrito anteriormente, y a lo largo de los treinta y tres grados de la masonería, todos los masones del mundo están obligados por juramentos de sangre a guardar los secretos de la Logia. Estos juramentos que los obligan son cumplidos con un espíritu de temor, porque los castigos por traicionar a los hermanos de la logia suponen serios daños físicos para el masón.
La Biblia dice
Jesús, habiéndoles de nuevo a sus discípulos, se enfrenta claramente a esta misma situación. ?
Porque nada hay encubierto, que no haya de descu¬brirse; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed (Lucas 12:2-5).
Confiaren la Biblia
Nos es de gran provecho conocer la Palabra de Dios. Cuado Jesús oraba ante el Padre por sus discípulos, decía en su oración: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Juan 17:17). La Biblia enseña con toda claridad que el cristiano maduro debe estar enraizado en la Palabra de Dios. Es probable que la ignorancia de la Palabra sea la deficiencia más seria de los que están atrapados en las redes de la masonería. ¿Qué cristiano auténtico se atrevería a pasar por los ritos de la masonería, sabiendo que un día tendrá que comparecer ante un Dios santo y rendirle cuentas por estos actos de las tinieblas?
El juicio de los condenados
, El final sin Cristo que espera a los miembros de la orden masónica queda demostrado por la Conferencia del Mandil, que se le da a todo masón en la Ceremonia de la Logia azul. La cita que aparece a continuación se puede hallar casi al pie de la letra en la mayoría de los Monitores masónicos, los manuales de ritos de la orden.
A cada candidato, al terminar la iniciación, se le da un mandil blanco de piel de cordero, cuya superficie pura y sin manchas, según se le dice, debe ser...
un memorial siempre presente de la pureza de vida y la rectitud de conducta y cuando al fin, después de una vida de fiel servicio, sus agotados pies hayan llegado al final del agotador viaje de la vida, y su mano cansada deje caer para siempre las herramientas de trabajo de la vida, que el registro de esa vida sea tan pura y sin mancha como este hermoso emblema que yo pongo en sus manos esta noche, y cuando su alma temblorosa comparezca, desnuda y sola, ante el Gran Trono Blan¬co, para recibir allí juicio por las obras hechas mientras estaba aquí en el cuerpo, que su suerte sea escuchar de Aquel que se sienta como Juez Supremo, las palabras de bienvenida: Bien hecho, siervo bueno y fiel. Has sido fiel en unas pocas cosas, y yo te haré dominar sobre muchas. Entra en el gozo de tu Señor.
Aunque las palabras parezcan nobles, en realidad se ha asignado al candidato al abismo de los infiernos en estas sutiles palabras del mensaje. La promesa es que el mandil represente las obras de la carne cuando el masón comparezca ante Dios en el juico del Gran Trono Blanco.
Pero solo hay un juicio del Gran Trono Blanco en la • Biblia, y se halla en Apocalipsis 20:11-15. Es el juicio de los * perdidos, que no serán juzgados por el don de Dios en Cristo, sino por sus propias obras, y terminarán en el lago de fuego." Es una verdadera tragedia.
El rey de los abismos infernales
En el grado diecisiete del Rito escocés, o los Caballeros f del Grado del Este y del Oeste, después de que los candidatos han pasado la iniciación, se les da un santo y seña secreto, "Jubulum", y una palabra secreta, "Abadón". He aquí una pista sobre la verdadera identidad de la divinidad masónica. Se revela en la "palabra sagrada" de este ritual: "Abadón". En Apocalipsis 9:11 vemos lo siguiente: ,Y tienen [los demonios y los que obran desde el infierno] por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Una vez más tenemos que preguntar: "¿Cómo es posible que un cristiano auténtico tome sobre sí ese nombre malvado, como palabra sagrada?"
Se ha regado la voz
Supuestamente, los masones de la Logia azul andan en búsqueda de "la Palabra perdida". La mayoría de los ritos masónicos tratan sobre la recuperación de esta palabra perdi¬da, de la que se cree que es el nombre de Dios, del que se dice que se perdió al ser asesinado el arquitecto Hiram Abiff durante la construcción del templo de Salomón. Esta búsque¬da termina durante el rito del Grado del Arco Real.
Es en ese momento cuando se revela el nombre secreto de la divinidad de la masonería. Ese nombre es "Jahbulón".
"Jah" es la forma corta de "Yahvé" o "Jehová". "Bul" es una forma del nombre "Baal". "On" es el término usado en los misterios babilónicos para invocar al dios Osiris. El libr de ritos secretos de la hermandad lo imprime con las letras J B. O. Afirma:
Nosotros tres concordaremos y acordamos en paz, amor y unidad guardar la Palabra Sagrada, y nunca divulgarla, hasta que nosotros tres, o tres como nosotros, concordemos y acordemos.
Ningún masón del Arco Real puede pronunciar él solo e? nombre sagrado. Lo que es representado como el dios de la ] masonería es un monstruo de tres cabezas, tan alejado de la] Trinidad cristiana y tan blasfemo, como para condenar el alma de todo el que se atreva a pronunciar su nombre en un rito de adoración.
Salid de entre ellos
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré (2 Corintios 6:14-17).
O uno u otro
Así como Elias clamó en el monte Carmelo: "Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales", nosotros también clamamos: "¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él" (1 Reyes 18:18, 21).
Al masón que haya leído este capítulo, le preguntamos si se atreve a correr el riesgo de presentar ante el Señor sus obras masónicas en aquel día final, cubierto con un mandil formado por sus propias obras, solo para que se le diga: "Nunca te conocí; apártate de mí, hacedor de maldad" (Mateo 7:23).
Le pedimos al Señor que usted escoja a Jesús y quede libre de este malvado poder al que ha sometido su propia alma, además del liderazgo espiritual de su casa (e iglesia, si es líder en la congregación). Recuerde esta promesa:
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9).
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9).
Si usted es masón y está listo para enderezar su vida con Jesús, haga esta oración ahora mismo:
Padre celestial, en el nombre del Señor Jesús confieso que he pecado. Confieso que me he dejado someter al poder y la autoridad de Lucifer, el dios de la masonería. Lo confieso como pecado, y te pido que me perdones. Lo rechazo y lo saco de mí, e inmediatamente voy a quitar mi nombre de sus listas. Jesús, te llamo Señor y Salvador y te pido que entres en mi corazón y me llenes con tu amor y con tu Santo Espíritu. ¡Que no quede nada inmundo! ¡Yo soy tuyo, y solo tuyo! He sido liberado, en el nombre de Jesús. Amén.
Solo te recuerdo que hay que ser discretos.... Faltas a tu promesa
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